Debi Di Tullio trabaja con telas con historia. Son linos y algodones. Fueron camisas, sábanas, manteles. Llegan y Debi las lavas. Y las tiñe. Los tientes los hace con lo que encuentra en su jardín o su cocina. <las vuelve a lavar. Las plancha. Las cortas en pequeñas formas geométricas.
Luego se sienta y las mira. Mira por la ventana de su taller y deja que las telas le hablen y deja que sus manos las escuchen.
Suelen hablar de emociones.
Primero le insinúa algo un retal, mientras que otro se va acercando a sus manos, ya de a dos, buecan como juntarse, y al llegar al tercero queda marcado el camino:
Bailaran en esa gama y tomarán tal o cual forma.
Esta coreografía se repetirá y formarán un patrón.
Y nacerá una nueva tela. Y traerá consigo una emoción.